Algunos poemas zen -Ryōkan Taigu
Tengo
mucha pereza para ser ambicioso,
dejo al mundo hacerse cargo de sí mismo.
En mi bolsa hay arroz para 10 días
y una pila de leña en la hoguera.
¿Para qué hablar de auto-engaño y de iluminación?
Escuchando la lluvia nocturna golpear contra el techo,
me siento cómodamente con las piernas estiradas.
dejo al mundo hacerse cargo de sí mismo.
En mi bolsa hay arroz para 10 días
y una pila de leña en la hoguera.
¿Para qué hablar de auto-engaño y de iluminación?
Escuchando la lluvia nocturna golpear contra el techo,
me siento cómodamente con las piernas estiradas.
Sí, es verdad, soy un tonto
viviendo entre árboles y plantas.
Por favor, no me preguntén sobre ilusiones e iluminación.
Este viejo sólo busca sonreírse a sí mismo.
Cruzando los torrentes con mis piernas descarnadas,
y portando mi zurrón en el buen tiempo de la primavera.
Ésa es mi vida,
y el mundo no me debe nada.
viviendo entre árboles y plantas.
Por favor, no me preguntén sobre ilusiones e iluminación.
Este viejo sólo busca sonreírse a sí mismo.
Cruzando los torrentes con mis piernas descarnadas,
y portando mi zurrón en el buen tiempo de la primavera.
Ésa es mi vida,
y el mundo no me debe nada.
“ Mi cabaña está en lo más profundo del bosque,
Cada año las malas hierbas crecen más recias.
Sin noticias de los asuntos del mundo.
A veces el canto lejano de un leñador.
El sol brilla y remiendo mi ropa.
Cuando sale la luna, leo poemas zen.
No tengo nada que deciros amigos mios,
Pero si quereis comprender
dejad de correr tras tantas cosas…”
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